El camino más corto o el camino más largo

Pensamientos buenos, perspectivas validas a tener en cuenta, siempre manteniendo la paciencia ante cuan dificultoso sea el recorrido.

Cuando tenemos o creemos tener todo bajo control surgen cosas nuevas e improvisadas, es como una lluvia de cosas que pasan algunas buenas y otras digamos que no tanto, como que estaba soleado y de repente se vino la tormenta, esa tormenta que inunda el alma de emociones y con mezcla de tristeza, una tormenta que por dentro cuestionas ¿es bueno que pase esto o es malo?, ¿me estaré equivocando? ¡Estaré haciendo algo mal? Y ya con esas tres preguntas es suficiente para decir y afirmar ¡en que me equivoque!

Pero ahí entramos en la clave exacta y nos damos cuenta que tarde o temprano iba a suceder así que entonces cambiamos el punto de vista y ahora lo que digo es completamente distinto una vez razonado lo trascendido.

-Bienvenido a este mundo tormenta, me ayudaras a nutrirme y crecer más fuerte en este trayecto, en el cual es notable que estaba débil y que había cosas para las cuales no estaba preparada/o.

En la mayor parte de los procesos de la vida creemos haber llegado a la meta pero en el momento menos oportuno es cuando surge el cuestionamiento;

¿Por qué estoy tomando el camino más largo, el más forzoso, si puedo elegir el más corto y el más fácil?

Y lo hacemos porque sabemos que el camino más largo por más que nos cueste es el que mejor nos va a enseñar, fortalecer y edificar.

Entonces sabiendo esto no es necesario que tomemos el camino más corto , si sabemos que delante nuestro tenemos uno mucho más largo y con un mejor propósito para nuestras vidas .

Así que seguí por el camino que más curvas tenga, que más empinado este, que más te cueste transitar que cuando mires hacia atrás vas a decir ¡Valió la pena llegue y aún así llegue al final del camino con más fuerzas para seguir avanzando en otros caminos, este es el principio de un gran comienzo!