For a friend in the world

Si pudiera volver el tiempo atrás te diría, que tanto nos equivocamos.

Que tu dirección nunca fue la mía, que tus guías y las mías estaban en otro sintonía.

Que ni vos ni yo tuvimos la culpa de todo lo que atravesamos pero que tenemos un alto grado de responsabilidad en lo vivido.

Que si en muchas o más ocasiones mí ¡No!, hubiera existido, me hubiera podido equivocar muchas menos veces, de las que gracias a tu insistencia demasiado insistente, terminaba perdiendo peor que en las Malvinas.

Que tus amigas y hasta la fechas las mías también, son otras más para complicarme en este juego de amistad, compañerismo y lealtad que nos da la vida.

Sabemos y sé que te terminaste equivocando más veces que yo y de eso hay pruebas y a las pruebas me remito.

Dicen que la insistencia a veces acaba solo cuando se encuentra la verdad y la posibilidad de una realidad absoluta donde la vida se despierta y nos acompaña a vivir de la mejor manera, con confianza, seguridad y perseverancia.

Si la vida en el momento que retrocedería el tiempo, me hubiera dado la posibilidad de haber estado a tu lado, te hubiera dicho y demostrado que tanto te equivocabas en el mismo momento que te dirigías hacia el error. Porque lo sé, porque lo aprendí y porque me lo enseñaron.

La rebeldía acaba cuando uno encuentra la libertad y la libertad llega siempre tomada de la verdad.

No escribo esto solo para admitir que yo fui más rebelde que vos, ni mucho menos lo quiero poner en discusión. La palabra esta dicha, al menos que alguien se oponga y en estas hojas no hay nada que diga lo contrario.

Me hubiera gustado haber pasado tantas cosas mientras pasábamos cosas que no debíamos haber pasado o al menos aprender más cosas mientras caminábamos en el error.

Me hubiera gustado ir por sendas de verdad y justicia y no caminos de tinieblas y tempestades.

Me hubiera gustado haber estado en aquellos lugares donde sabes que Dios estuvo con vos cuidándote y guardándote, pero bueno de una hermana más que sea un ángel en la tierra no se puede pedir.

Tantas cosas me dolieron como tantos perdones sé que tengo guardados y no los abro.

Si de tratos he aprendido, creo que sigo aprendiendo más de pactos y callados que de contratos y tratos que siempre terminan en la nada misma.

Si algo pudiera cambiar, cambiaria en retroceder el pasado para reparar los errores que en el encontré una y otra vez, aunque la realidad muestre todo lo contrario.

Sé que tu pasado y el mío nunca fueron amigos, pero si fueron muy buenos aliados a la hora de viajar buscando nuevos rumbos.

Si mi error fue haber estado en falta en alguna oportunidad, Dios y yo lo sabremos y en algún rumbo nuevo me lo mostrara y enseñara.

Lejos queda la soberbia y el ego que alguna vez pude haber tenido, tan lejos como cerca puedo llegar a perdonar.

Creo que siempre aprendemos de errores, pero no con la lección, sino intentando de reparar el mismo error que alguna vez se generó.

Creo que uno lleva cargas que no le corresponden en la vida y es allí donde aprendemos y debemos soltar, que a las hojas se las lleve el viento y que las palabras sean solo un recuerdo, un recuerdo de lo que viene con la primavera y un recuerdo de sentimientos y cariño que alguna vez puedo y llego a existir, por medio de palabras, hechos, actos y por sobre todo por un camino limpio de lo que nunca más volvería a ser, más que un nuevo camino lleno de amor y gracia de la mano de Jesús.

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Capítulo 26 "Literary Perspective" By Sabrina E. Ricciardelli V.

(sin editar)